Los segovianos disfrutan de los goles y de la victoria en el primer partido de España en la Eurocopa
Es contagioso el «’Podemos’» que ha elegido la cadena que televisa los partidos de España. Se tararea fácil, con musicalidad. Y si se le añaden los signos de interrogación, la respuesta por el momento en Segovia es un «¡Sí!», a tenor de las sensaciones que dejó el partido de la selección española frente a Rusia (4-1). Y con un claro protagonista, el delantero Villa, del que dicen que está llamado a realizar algo importante en esta Eurocopa. Por el momento, está en el camino.
Hora, las seis de la tarde. Para un martes laboral, no es que se vea mucha gente por las calles segovianas. Llueve, como en Innsbruck… será por eso de buscar una misma sintonía y conexión, además del denominador común de la camiseta roja. Minutos antes, los aficionados buscan el reclamo de los diferentes establecimientos, ese bar habitual con el que compartir, además de la bebida, un comentario de fútbol. Es más que una pasión, es un sentimiento nacional y eso une.
También el Ayuntamiento ha puesto en marcha una serie de iniciativas para mostrar su apoyo a los jugadores de Luis Aragonés, ‘y tal’… Un despliegue importante, que incluye un viaje a Austria para apoyar en directo a España. Una veintena de jóvenes podrán disfrutar de ese momento en los partidos frente a Suecia y contra Grecia, para envidia de otros y llevarán la bandera de Segovia a la Eurocopa.
Desde la Casa Joven, y en una pantalla gigante, un grupo de aficionados pudo seguir también el desarrollo del partido. Una camiseta roja, para dar ambiente, estar a la moda, que el rojo es un color llamativo, y si no, qué se lo digan a los que corren en los Sanfermines. Un poco de picoteo, refrescos… para reponer fuerzas (estos jóvenes se cuidan)… Y España se comió a Rusia, las patatas, las cortezas, los dulces… y hasta los pinchos de los bares, aunque se desconoce si alguno de ellos era de ensaladilla rusa o tenían en sus menús filete ruso.
De los rivales se sabía que la mayoría terminaban en ‘v’, menos Hiddink, el seleccionador, al que alguno recordaba de los Mundiales de su etapa de seleccionador en Corea. Asustaron un poco en los primeros minutos, pero fueron entrando en salsa a medida que España iba llegando al área del rival con Fernando Torres y sobre todo, con Villa. Pena que el delantero español no sea de Cuéllar, o de Sepúlveda, o de Coca… por poner un ejemplo porque si no, sus Ayuntamientos le ponen una estatua, o le dan el nombre a una plaza, sí señor.
El primer gol de Villa hizo levantar a la gente de sus asientos y buscar al compañero de al lado para abrazarse -si se tiene novio o novia, también vale- y justo poco antes del descanso, llegó el segundo, también de Villa. De los abrazos, a los besos. Otros jugadores también se llevaron los elogios, como Puyol y Senna… Y es que cada uno, ayer, tenía un Luis Aragonés escondido. «Ahora el partido es para Cesc»; «pues yo no hubiera quitado a Torres tan pronto»; «¿no está Cesc en fuera de juego en ese último gol?». «Y qué más da», responde otro. El gol de Rusia en los últimos instantes del partido dejó un poco de seriedad en el ambiente, «lo siento por Iker», aunque Fábregas, como ahora pone en la camiseta, volvió a llevar el júbilo a los aficionados. Puede que esta vez sea verdad que España puede llegar lejos y Segovia estará con la selección.
Fuente: www.elnortedecastilla.es