Cerca de medio millar de personas participaron en la caminata en favor del Caja Segovia
Exteriores del pabellón Pedro Delgado, nueve de la mañana de un domingo «pelado» de frío. Pocas almas acumulan el valor de salir a la calle para iniciar un día que más parece sacado del cruel enero que del, en teoría, más apacible abril.
Media hora más tarde, llega el momento de frotarse los ojos. Cerca de medio millar de personas se concentran a la altura del pabellón. Entre ellos, el alcalde Pedro Arahuetes; el concejal de deportes, Javier Arranz; el concejal del Partido Popular, Pablo Pérez, el secretario general de la Federación Empresarial Segoviana, José Luis de Vicente; el ex director general de Caja Segovia, Fernando Tapia; el presidente de Apadefim, Antonio Tapia; y el ex jefe del servicio de Cultura de la Junta de Castilla y León, Juan José Martín. Y la escuela de dulzaina amenizando la espera, y un montón de niños, y otro montón de padres, y más jóvenes de los que una mañana de domingo podría hacer pensar. Todos ellos bien abrigados desafiando al frío, intentando aportar con su presencia, y con cinco eurazos, un poco más de confianza en que habrá futuro para el CD La Escuela Caja Segovia.
En un momento de crisis económica sin un fondo visible, son numerosas las iniciativas que toman los clubes deportivos para tratar de hacer entrar el dinero en sus vacías arcas, y el Caja no iba a ser una excepción. Pero, además del motivo económico, detrás de esta convocatoria había también un reto de confianza, de saber si realmente el club cuenta con el respaldo de su afición cuando las cosas vienen mal dadas. Porque, aunque escribir esto parezca una herejía por los diez euros de la entrada, es relativamente “fácil” llenar el pabellón Pedro Delgado en un partido de play off, pero no lo es tanto pagar cinco euros para caminarse cinco kilómetros de ida, y otros cinco de vuelta, en una helada mañana.
Pero ayer esas dudas quedaron disipadas. Con más de 600 tickets vendidos en poco menos de dos semanas, y casi medio millar de personas iniciando la caminata solidaria, el asunto del apoyo popular quedaba zanjado, y ahora sólo quedaba que la Marcha se desarrollara sin ningún problema, algo que también sucedió. Con banderas y bufandas, la familia del CD La Escuela Caja Segovia se dirigió hasta la explanada del parque Robledo, donde esperaba un buen avituallamiento, y un sorteo de regalos en el que el presidente del Club, Rafael Encinas, ofició de maestro de ceremonias.
Hubo música y muchas sonrisas en los participantes, a pesar de que el intenso frío invitaba más a un rápido retorno a casa antes que quedarse en la explanada. Los jugadores de la primera plantilla, incluido un Murga que ayer dejaba las muletas tras la operación de menisco, no se perdieron la Marcha, y también tuvieron ocasión de comprobar de primera mano que el equipo tiene una afición que sabe estar a las buenas, pero que a las malas tampoco se esconde.
El futuro del club aún no está del todo claro, pero el trabajo en la búsqueda de un patrocinador (o varios) continúa, y a pesar de que los representantes de los jugadores llevan meses moviéndose, y alguno de ellos con no muy buenas artes en lo que se refiere a pedir a sus representados que denuncien al club por las cantidades que se les deben para que puedan salir con la carta de libertad en la mano, la plantilla se mantiene unida y firme para afrontar la parte más bonita de la temporada, un play off por el título que, salvo que el Caja haga la “machada” de ganar al Inter en Alcalá de Henares, que lo es a pesar de que el equipo acostumbre a hacer buenos partidos en el Cajamadrid, tendrá como rival al Umacón Zaragoza con, como mínimo, un partido más a jugar en el Pedro Delgado. Como para perdérselo.
Fuente: www.eladelantado.com