La Gimnástica Segoviana ofreció positivas sensaciones ante un Rayo Vallecano que marcó sus goles en el tramo final
Es posible que al finalizar el encuentro que jugaron Segoviana y Rayo Vallecano, alguno de los protagonistas del partido, o incluso algún aficionado que se acercó hasta el campo de La Albuera, terminara el partido insatisfecho con lo que vio sobre el césped. Pero seguro que serían los menos, puesto que en los 90 minutos (exactos) de encuentro, se pudieron ver aspectos de lo más interesantes por parte de ambos conjuntos, dejando aparte el resultado, que incluso se podría catalogar como justo, ya que el Rayo demostró en el tramo final del partido estar tanto técnica como físicamente un punto por encima de la Segoviana. Lógico habida cuenta de la categoría en la que militan uno y otro equipo.
La Segoviana del primer tiempo no tuvo nada que ver con la del segundo, ya que Maroto apostó por poner en liza dos equipos distintos, uno para cada período. El del comienzo del choque era un equipo más compacto, con Iván demostrando que va a haber competencia por la portería, Chema y Anel dejando claro que en el centro de la zaga se entienden a la perfección, y Ramsés y Víctor Pérez poniendo velocidad en los laterales.
Pero seguramente el más feliz de los azulgranas en el primer tiempo era Roberto, porque tener a Ricardo al lado significaba una auténtica liberación para él. El mediocentro azulgrana cortó balones, inició el juego y fue, de largo, el mejor de un primer tiempo en el que todos los azulgrana pusieron ganas, con especial mención para Juli, que de media ocasión sacó un remate acrobático.
Ahora bien, puestos a sumar ocasiones, el Rayo tuvo tres que bien pudieron haber acabado en gol. Dos de ellas las sacó Iván, la tercera se fue a encontrar con el palo en un remate cruzado de Perera que había ganado bien el segundo palo.
La Segoviana del segundo tiempo tuvo menos toque, pero el mismo trabajo que la del primer período. Nacho dejó buenas sensaciones en la banda derecha, mientras que en el centro Maikel aparecía menos de lo que se esperaba, porque no era sencillo sacar el balón jugado ante la presión que ejercía el Rayo.
La ocasión más clara de la Segoviana la tuvo Mariano, que con tiempo para rematar tras un buen servicio de Dani Arribas que le ganó la partida al central, lanzó el balón con buena intención, pero poca fuerza, y un defensa consiguió sacar de la misma raya de gol, algo que en la otra portería Chus hizo en dos ocasiones consecutivas, la segunda de un mérito extraordinario, ante los remates de unos jugadores rayistas que en el tramo final del partido se hicieron acreedores a una victoria que llegó gracias a los tantos de Michel, el primero de ellos tras el enésimo rechace de Dela a un lanzamiento de un contrario, y el segundo al transformar un inocente penalti de Pablo.
Pero, sin duda, los últimos minutos del partido no empañan la sensación que se quedó en el aficionado de haber presenciado un más que digno partido de fútbol para estas alturas de pretemporada.
Fuente: www.eladelantado.com