Blogueros de Segovia y de fuera se dieron cita ayer en el bar Santana para intercambiar impresiones en el primer encuentro Chatos&Blogs organizado en la ciudad
Algunos aún creen que no tienen más mundo que el que les brinda la primera uve doble de la “www”. Otros siguen pensando que su ruta de turismo más repetida es el viaje que hacen de la silla al router cada vez que éste falla. Incluso los hay que consideran que, de no ser por la aparición del wifi, su conexión con el resto de los vecinos se limitaría al típico cable corto que se echa cuando no quedan más huevos… o falta la sal.
Nada más lejos de una realidad que, en tardes como la de ayer en las que se sustituye la barra de navegación por la del bar Santana, demuestra quedar a kilómetros de lo virtual. Y es que la blogosfera segoviana se trasladó, gracias a una iniciativa que tuvo hace unos días Ignacio Martín Granados, a lo que bien podría ser su sustituto en la esfera real: la calle de los bares. Decenas de blogueros, de la provincia y de fuera, dejaron de escribir por unas horas en sus blogs y optaron por chatear. Eso sí, sin iconos; ayer tocaban las cañas.
El hielo lo rompían los más valientes, como siempre ocurre en este tipo de eventos en el que los nicks se convierten en nombres, y éstos, en cuestión de segundos, en hombres y mujeres con unas mismas inquietudes o unos intereses parecidos. La situación no era tan complicada como algunos se empeñan en creer; bastaba con repetir, esta vez entre el humo de cigarros y el murmullo de otras conversaciones, aquella ocasión en la que alguien dejó un silencioso comentario en la bitácora de alguien. Luego ese alguien comentó a otro alguien. Y este cuarto alguien a otro más.
Lo que empezaba en una conversación en torno al tema tratado por el blog, que dependiendo de los asistentes oscilaba entre lo personal y lo estrictamente profesional, continuaba por el motivo de creación de la bitácora, y finalizaba con cualquier anécdota de tiempos más lejanos en los que ni existía Internet ni entraba en los planes de nadie acabar chateando con un desconocido por culpa de, o gracias a, un blog.
Lo que empezó hace días en una convocatoria por medio de la red social cibernética, Facebook, para el primer Chatos&Blogs de Segovia, continuó por un encuentro real y una grata experiencia para muchos, y finalizó con un deseo de repetir la ‘entrada’ cada último jueves de mes.
Fuente: www.eladelantado.com