El objetivo es mantener estas instalaciones municipales en las mejores condiciones para el uso de los segovianos
A lo largo de la temporada deportiva, de septiembre a junio, los tres campos de hierba artificial se utilizan 6.000 horas
El Ayuntamiento ha decidido acometer pequeños, pero importantes arreglos en los campos de hierba artificial de Nueva Segovia, una intervención que tiene como objetivo mantener en las mejores condiciones estas instalaciones municipales muy utilizadas por los segovianos. De hecho, precisamente, la frecuencia e intensidad del uso es fundamental en la vida de un campo de hierba artificial. De media se calcula que es de 10 años, una cifra que puede incrementarse en otros 4 años más con actuaciones como estas.
En el caso de las instalaciones segovianas, el campo «Mariano Gutiérrez Chocolate» se inauguraba hace 10 años, el de Nueva Segovia hace 8 años y el de Fútbol 7 se construía hace 4 años.
La actividad en estos campos de fútbol de hierba artificial es continua. Se ocupan durante 50 horas a la semana: 30 en entrenamientos de clubes y otros colectivos, y 20 en competiciones. Esa cifra se eleva a 6.000 horas a lo largo de una temporada deportiva (de septiembre a junio).
Lógicamente el uso de esas instalaciones por clubes, centros de enseñanza y escuelas deportivas, hace necesario su mantenimiento, ya que la fibra del césped está doblada, la carga de caucho muy compactada y mal repartida y hay bastante fibra suelta. Ante este panorama, el Ayuntamiento, en los dos campos de Fútbol 11, ha decidido limpiar la zona superior de la fibra, devolviendo la carga limpia al campo de manera dosificada, descompactar todo el terreno de juego para devolverle su capacidad elástica y cepillar la fibra para redistribuir adecuadamente la carga de caucho.
De manera puntual, en el campo «Mariano Gutiérrez Chocolate» se va a retirar y sustituir una zona de césped artificial muy deteriorada. Y en el de Fútbol 7 se va a instalar un nuevo punto de penalti y se va a reparar 1,5 m de línea.
Con estas intervenciones, cuyo presupuesto ronda los 2.000 euros, se mejorarán las condiciones de juego (bote y rodamiento del balón) y se reducirá el riesgo de lesiones de los deportistas al amortiguar los impactos.
Sin duda el mantenimiento de las instalaciones municipales en óptimas condiciones alarga la vida útil de las infraestructuras deportivas.
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