El alcalde pide a los segovianos que “participen, propongan y exijan” y subrayó que se dedicará a la tarea con “total entrega” con “la mente y las manos limpias”
El guión se cumplió y el cabeza de lista del PSOE, el independiente Pedro Arahuetes, de 48 años, fue proclamado ayer alcalde de Segovia gracias a los votos de los 13 concejales socialistas, frente a los 12 con los que contó la candidata del PP, Beatriz Escudero.
Ante un numeroso público que abarrotaba las tribunas del hemiciclo, Arahuetes realizó un discurso de investidura con mensajes dirigidos a los ciudadanos, concejales, otras administraciones e incluso al partido que le arropó para poder cumplir su segundo mandato consecutivo al frente del Ayuntamiento.
Y es que el alcalde tampoco se olvidó de lanzar, aunque de forma velada, su particular mensaje a los dirigentes del PSOE, latente aún su malestar por la designación de su concejal Juan José Sanz Vicente como futuro portavoz del grupo socialista en la Diputación Provincial; lo que obligó a Arahuetes a recomponer la estructura de su equipo de Gobierno apenas 48 horas antes de que ayer los concejales tomaran posesión.
“Yo no estoy afiliado a ningún partido político, ni me mueve ningún interés personal, ni partidista para afrontar el reto de gobernar esta ciudad”, dijo el alcalde en su discurso, que seguían con atención desde la primera fila de una de las tribunas algunos dirigentes socialistas, como el presidente del PSOE de Castilla y León, Tomás Rodríguez Bolaños y el diputado nacional, Óscar López.
Arahuetes recalcó que “por encima” de cualquier interés de un partido político “están los grandes proyectos y planes de ciudad (…) y está, sobre todo, el interés por Segovia que es una militancia que todos deberíamos siempre compartir”. Tras indicar que “este cuatrienio que ahora iniciamos será trascendental para Segovia”, Arahuetes convocó a los segovianos a que “se unan a este trabajo apasionante por la ciudad; que participen, propongan y exijan, pero ante todo, que crean en el futuro de Segovia”.
Arahuetes, casado y con tres hijos, se definió en su discurso como “un ciudadano más, que ha recibido la confianza de sus vecinos para el desarrollo de esta importante tarea”; subrayó que iba a dedicarse a al trabajo municipal con “total entrega y dedicación” y prometió que lo hará además “sin soberbia, sin altanería, sin falsas poses, que finalmente se terminan demostrando vacuas; con humildad, con constancia, con cercanía, con la mente y las manos limpias… y con sentido común”.
Antes, la sesión de pleno que dio inicio al octavo periodo municipal se inició con la formación de la Mesa de Edad, cuyos miembros actuaron de fedatarios del acto, en la que estuvieron el concejal de mayor edad, Josefina García (PP) y el más joven, Javier Arranz (PSOE). Con el asesoramiento del secretario de la Corporación, Hipólito Moldes Teo, García fue nombrando, uno por uno, a los 25 ediles electos, que utilizaron en 11 ocasiones el juramento para aceptar su responsabilidad, mientras que los 14 restantes optaron por la fórmula de la promesa.
Sin pausa, el acto continuó con la elección del nuevo presidente de la Corporación, a través de una votación mediante papeletas que fueron depositadas por cada uno de los concejales en la correspondiente urna. Curiosamente, las doce primeras papeletas que se contaron fueron para la aspirante del PP, Beatriz Escudero, aunque tras imponerse la lógica de los escaños, el público que abarrotaba las tribunas rompió en una fuerte ovación de aplausos cuando se confirmó el resultado en favor de Arahuetes; quien devolvió al público el gesto con una gran sonrisa.
Después, Arahuetes recibió el bastón de mando de García y subió a la mesa presidencial de la cámara. La emoción fue patente en Arahuetes cuando agradeció el apoyo de su familia y recordó a su padre, ya fallecido, “y que yo le siento hoy aquí con todos nosotros”, dijo.
Recalcó que su propósito es mantener un estilo de gobierno “que responda a las expectativas de cercanía, proximidad y participación” y añadió que el suyo será un Gobierno “que respete a los ciudadanos y que escuche las voces y las críticas por duras que éstas sean”.
En referencia a su gestión durante los últimos cuatro años, el alcalde reelegido no dudó en afirmar que “Segovia ha cambiado y nadie discute que ha iniciado un camino de progreso”; y tras citar una docena de proyectos puestos en marcha, Arahuetes habló de futuro y del cumplimiento de los compromisos reflejados en su programa electoral. Fue entonces cuando repasó los proyectos a cumplir en los próximos cuatro años y así indicó que, por ejemplo, durante la próxima legislatura se culminará el Círculo de las Artes y la Tecnología (CAT); se construirá el Auditorio, el parque de Bomberos y Policía, el aparcamiento de Los Tilos o se promoverán viviendas de protección pública.
A los concejales les pidió que trabajen “con rigor y seriedad” y tendió la mano a la oposición del PP, al que transmitió su propósito de que el “diálogo, aunque sea desde la discrepancia, será siempre el que presida nuestra relación institucional”.
Guiño a la Junta
El nuevo alcalde aprovechó su discurso para tender la mano al Gobierno de la Nación y a la Junta de Castilla y León. En su intervención pública ante la cámara, Arahuetes propuso el inicio de un “tiempo de diálogo, de consenso y de un tiempo también de compromisos que adquirir y cumplir”. Con anterioridad, el nuevo alcalde ya había hecho un llamamiento público al resto de administraciones a sumarse al “ilusionante” proyecto de la capitalidad cultural europea para Segovia, en 2016.
“Segovia no quiere privilegios ni tratos de favor”, espetó Arahuetes, dirigiendo su mirada a la tribuna donde estaban el subdelegado del Gobierno, Juan Luis Gordo, y delegado de la Junta, Luciano Municio, aunque “necesitamos hacer ver al Gobierno de España y al ejecutivo autonómico que Segovia ha sabido rentabilizar como nadie las inversiones estatales y autonómicas y transformarlas en empleo y bienestar para todos”.
Como en familia
La nueva corporación municipal de Segovia tomó posesión arropada por familiares y amigos que abarrotaron las gradas del salón de plenos.
Varios minutos después de las diez de la mañana, Eva Martín Peñas, elegantemente vestida para la ocasión, llegaba hasta las cabinas de prensa de los graderíos del salón de plenos preguntando por dónde llegar junto al resto de sus compañeros del grupo socialista ya sentados en sus sillones de ediles. Los buenos oficios del intendente de la Policía Local, Julio Rodríguez Fuentetaja, que se brindó solícito a acompañarla, consiguieron mitigar los nervios de una de las debutantes en el foro municipal, que ocupó rápidamente su lugar para asistir a su primer acto como representante de los segovianos.
El comprensible despiste de la concejala socialista fue una de las anécdotas de una jornada que aunque con una cierta desorganización —motivada en gran medida por las estrecheces de un salón de plenos cuyo diseño se demuestra ineficaz e incómodo en los grandes acontecimientos— tuvo un cierto sabor de acontecimiento familiar, ya que no en vano el público que llenaba las gradas estaba formado mayoritariamente por familiares y amigos de los nuevos ediles que quisieron expresarles su apoyo con su presencia.
A este ambiente familiar contribuyó en gran medida la concejala popular Josefina García, que hizo gala de su innegable don de gentes y su dominio de los medios para aportar al acto un tono que en ocasiones recordaba aquellos amables magacines radiofónicos que le hicieron popular en toda España. De este modo, superó el lapsus del secretario municipal Hipólito Moldes, que mezcló su nombre con el de su compañera María José Uñón al constituir la mesa de edad y supo incluso aportar una cierta dosis de misterio a la votación que dio lugar a la elección de Pedro Arahuetes como alcalde, pese a que el resultado final era de sobra conocido por todos.
En el primer acto oficial del nuevo Ayuntamiento de Segovia no quisieron faltar las autoridades locales y provinciales, así como destacados representantes de la vida social y cultural de la capital como el general director de la Academia de Artillería, Luis Díaz-Ripoll, el gerente de la Fundación Don Juan de Borbón, Emilio Hernández, el presidente de la Cámara de Comercio, Jesús Postigo o el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Juan Bautista Mullor.
Los nuevos ediles, sobre todo en las filas del Partido Popular, se sorprendieron con la interpretación del Himno a Segovia con la que comienzan todos los plenos municipales, y al que tendrán que acostumbrarse en los próximos cuatro años. Otros, miraban con indisimulada emoción el brillo de sus medallas de concejales, acuñadas en plata en una orfebrería jiennense y que deberán lucir en los actos oficiales de la corporación.
Mientras tanto, en las gradas, algunos ex-concejales como los populares Francisco Vázquez y Miguel Ángel Hernández Tortajada o Francisco Álvarez (IU) miraban sus escaños con una mirada mezcla de nostalgia y alivio. Y es que cuatro años pesan mucho…
Fuentes: www.eladelantado.com
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