La Segoviana deja una buena imagen en su primer partido pese a caer frente al Rayo Vallecano
Hay argumentos que son de una lógica aplastante. Uno de los ejemplos más claros: «Todos los hombres son mortales; Sócrates es mortal, por lo tanto, Sócrates es mortal». Clara deducción. Como en fútbol. «El Rayo Vallecano es un equipo de Segunda División y la Segoviana, de Tercera; los de Segunda son superiores a los de Tercera, luego el de Segunda gana el partido».
El razonamiento es correcto y la conclusión final, también. El Rayo Vallecano hizo valer esa condición de equipo de superior categoría y derrotó a la Segoviana por 0-2. Y fue uno de sus jugadores franquicia, Michel, el que logró marcar para el conjunto madrileño.
Hasta ahí, lo que se podía esperar del primer partido de pretemporada. Otra cosa fue el desarrollo del encuentro porque la Segoviana dejó muestras de lo que puede ser una temporada para la ilusión. Dejó una grata imagen y no fue hasta los minutos finales en los que el Rayo se llevó la victoria. Dio mucha guerra a esa lógica. Tanta que, como quiera que había trofeos de por medio, alguno ya pensaba que el empate a cero iba a ser el resultado con el que iba a terminar el partido.
El conjunto dejó una clara idea de lo que quiere Paco Maroto. La Segoviana tocó mucho el balón, le gustó jugar con balón y se encontró muy cómoda con él. Toque y juego; toque y juego, con una mención en la primera parte para Ricardo. Formó buena pareja con Roberto. Dejó dos detalles que si los ve Guardiola le ficha para el Barcelona. Y una de las novedades fue la posición de Javi de la Cruz, por banda derecha, con Manu en labores de enganche con la delantera.
Otro apunte. La portería está bien cubierta. No jugó David Durán, pero sí lo hizo Iván. Ya no se le puede achacar pecados de juventud. Ha vuelto más maduro, más hecho, más seguro. O esa es la impresión que dejó. También segura se mostró la defensa en la primera parte, con Anel y Chema. Y adelante, la pelea de Juli. Se movió mucho el delantero gimnástico.
En la segunda parte, cambio de jugadores, para ambos rivales. Equipos diferentes. La Segoviana trató de seguir fiel a su planteamiento, aunque el Rayo llegó con peligro a la portería defendida por Dela. Chus tuvo que emplearse a fondo para sacar un balón en la misma línea y con anterioridad, Mariano tuvo la ocasión del partido. Menos mal que era un amistoso. Al final se impuso la lógica. Ganó el Rayo y es que es un Segunda División.
Fuente: www.elnortedecastilla.es