David Pinillos dedica el premio a la ciudad en el homenaje organizado por el Ayuntamiento
Alto, delgado, con la barba de unos días que se lleva, chaqueta negra y pantalón vaquero, el joven cineasta segoviano David Pinillos se tomó un café con su familia antes de subir a la Sala Blanca del Ayuntamiento.
El ganador del premio Goya a la mejor dirección novel por su película ‘Bon appétit‘, estaba emocionado al recibir el homenaje que le dedicó el alcalde en nombre de toda la ciudad, su ciudad, la que le ha hecho dedicarse a su profesión. «Sin esta ciudad, sin mi memoria sentimental y todo lo que he pasado y vivido en Segovia, en sus calles y en las salas oscuras de sus cines del centro no me habría dedicado al cine ni habría rodado esta película».
Aquellos cines del centro que no están -«aprovecho para meter una cuñita»- y las sesiones de Cine Club Studio tienen mucho que ver con la carrera de Pinillos, que ya está preparando un nuevo proyecto, también sentimental, de relaciones humanas, porque «a lo mejor soy un poco moñas».
Al firmar en el Libro de Honor del Ayuntamiento de Segovia, Pinillos escribió su deseo de que «ojalá podamos seguir compartiendo sueños», con una dedicatoria del Goya a todos los segovianos y en especial a su familia y sus amigos. Traer la estatuilla a la ciudad ha sido una emoción más, pues «recoger un premio y ganar siempre emociona, pero lo que más me ha hecho sentir este Goya es el cariño y el amor que ha despertado en mucha gente, sobre todo en Segovia».
De la gala del Teatro Real recuerda «el salto de Verónica», su chica, y le han dicho que él también pegó un brinco al oír su nombre. Pero el éxito no parece habérsele subido a la cabeza. El joven realizador mantuvo su sencillez en la Sala Blanca pese a que allí estaban el alcalde, Pedro Arahuetes, varios concejales y la directora general de Comunicación y Cultura del Gabinete de Presidencia del Gobierno, la segoviana Marifé Santiago Bolaños.
Arahuetes, que le entregó una estatuilla de una alcaldesa como símbolo de la ciudad y el libro de Segovia de la colección de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad, le dijo que a partir de ahora «el premio más deseado del cine español va a compartir con su dueño una larga historia de complicidad» y también contribuirá como «un grano más hacia nuestra carrera» a la Capitalidad Europea de la Cultura de 2016. Pinillos ya contribuye: en la solapa llevaba la insignia de la candidatura. Su deseo de que todos los segovianos sientan el Goya como «algo suyo» está unido al de que la ciudad «tenga un poco más de protagonismo en el mapa cinematográfico español, a que Segovia siga siendo un plató» como lo fue hace 50 años, cuando Samuel Bronston, rodó aquí varias películas.
Cine-fórum el 15 de abril
Luego, tras el acto protocolario, el realizador invitó a todos los asistentes a hacerse una foto con el busto de Goya y habló de proyectos. El inmediato es su participación en un cine-fórum sobre ‘Bon appétit’ el 15 de abril con la colaboración de Cine Club Studio (con tres sesiones, una de ellas en versión original «y más si hace falta») y, a más largo plazo, su segundo largometraje, ya que está trabajando en un nuevo guión basado también en los sentimientos y en las relaciones personales de tres personajes que viajan al sur de España. El proyecto le llevará al menos un año y medio.
Fuente: www.elnortedecastilla.es